El Impacto de Capicú en la Economía Creativa de Ponce

La economía creativa de Ponce atraviesa un despertar, y Capicú se ha convertido en uno de los protagonistas inesperados de ese movimiento. Desde su apertura en junio de 2025, la experiencia inmersiva ha logrado atraer a cientos de visitantes cada semana, impulsando no solo el entretenimiento local, sino también el flujo económico en el casco urbano.

Aunque los escape rooms son una tendencia global, la propuesta de Capicú tiene un efecto particular en Ponce: integra creatividad, folclor y narrativas locales en un formato innovador que genera actividad económica constante. Esto se refleja en empleos directos e indirectos, en la movilidad de turistas y en el fortalecimiento de comercios aliados, desde cafés hasta restaurantes y negocios cercanos.

Uno de los aportes más visibles es su rol como empleador dentro del sector artístico. Desde junio, Capicú ha contratado a más de diez actores locales, presentándoles trabajo creativo semana tras semana como parte de las experiencias inmersivas y los eventos especiales. Este tipo de oportunidad es escasa en el sur de Puerto Rico, y su presencia contribuye directamente a la estabilidad y el desarrollo profesional de artistas y performers ponceños.

Capicú funciona además como punto de partida para muchos grupos que llegan al casco urbano. Familias, turistas y equipos corporativos suelen combinar la experiencia con gastronomía, compras o recorridos adicionales. Ese comportamiento fomenta una economía circular en el centro de Ponce, especialmente en momentos donde el turismo interno y la llegada de cruceros son motores importantes para el comercio local.

La naturaleza del proyecto lo coloca dentro de la economía creativa: un sector que depende de guionistas, diseñadores temáticos, carpinteros, artistas, técnicos y operadores. Cada cuarto —desde La Infección del Chupacabras hasta El Espíritu de La Llorona— requiere un equipo multidisciplinario que colabore para darle vida a las historias. Esto crea empleos especializados y abre espacio para el talento ponceño en áreas donde pocas veces existen oportunidades constantes.

Con el aumento de visitantes y una presencia digital en crecimiento, Capicú también aporta visibilidad a Ponce como destino de turismo experiencial. En un contexto global donde los viajeros buscan actividades originales y memorables, la ciudad encuentra en esta propuesta un atractivo contemporáneo que complementa su herencia histórica.

El impacto no se limita al entretenimiento. Capicú demuestra que proyectos creativos pueden ser sostenibles, culturalmente relevantes y económicamente sólidos, aportando una nueva dimensión al desarrollo de Ponce.

Capicú no solo entretiene: impulsa, emplea y fortalece la economía creativa de la Ciudad Señorial.

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